Valencia ya presume de un nuevo emblema urbano: el Roig Arena, un coloso arquitectónico que combina deporte, música y gastronomía en un mismo espacio. Con su imponente diseño de 47.000 metros cuadrados, la obra impulsada por el empresario Juan Roig comenzó en 2018 y cinco años después abre sus puertas como un proyecto de ciudad destinado a marcar un antes y un después en la Comunitat Valenciana.

El recinto, que desde lejos recuerda a una gran ballena coronada por una pantalla digital, ha supuesto una inversión de 400 millones de euros financiados íntegramente por Roig, desglosados en 365 millones para el estadio, 20 millones para un parking público, 7 millones para la urbanización y 8 millones para un colegio público.

Un centro para el deporte y el espectáculo

El Valencia Basket Club, propiedad de Roig, será el principal beneficiario de esta infraestructura, que en “modo baloncesto” ofrece capacidad para 15.600 espectadores y acogerá partidos de liga, competiciones europeas y futuras ediciones de la Copa del Rey.

Pero el Roig Arena trasciende lo deportivo: su pista principal podrá recibir hasta 20.000 personas en conciertos, superando recintos como el Movistar Arena de Madrid o el Palau Sant Jordi de Barcelona. Además, contará con una sala anexa para eventos de hasta 2.000 asistentes.

Para la temporada 2025/2026 ya están confirmados más de 80 conciertos (57 anunciados) y 70 eventos corporativos, consolidando al complejo como un polo de atracción cultural y empresarial.

Un millón de visitantes en el primer año

El recinto prevé recibir más de un millón de personas en su primer curso, sumando conciertos, eventos deportivos y actividades gastronómicas. Solo en música, se han puesto a la venta 600.000 entradas, de las cuales el 75% ya están vendidas y un 25% corresponden a público de fuera de la provincia, lo que refuerza el carácter turístico del proyecto.

El complejo abrirá los 365 días del año gracias a su propuesta gastronómica. La oferta incluye el Mercat, con seis puestos de cocina rápida típica valenciana; el UltraMarinos Roig, pensado para desayunos y tapeo; y el restaurante Poble Nou, especializado en paellas a leña con vistas directas a la pista.

Impacto económico y empleo

El impacto económico estimado es de 150 millones de euros anuales, impulsado por la llegada de visitantes, la ocupación hotelera, la restauración y el transporte. El Roig Arena generará hasta 500 empleos, entre 100 puestos fijos y 400 temporales en días de evento.

La construcción, inicialmente presupuestada en 300 millones, superó los 400 millones por la inflación y mejoras tecnológicas, como su sofisticado sistema de insonorización con hasta veinte capas que permite realizar dos conciertos simultáneamente sin interferencias.

Un legado con nombre propio

El recinto comenzó como “Casal España Arena”, luego “Casal Valencia España Arena”, hasta que en 2022 Juan Roig decidió bautizarlo con el apellido familiar: Roig Arena, como homenaje a su historia y legado.

El director general del proyecto, Víctor Sendra, lo definió como un “proyecto de ciudad” que busca sumar a la sociedad valenciana y a toda España, y recalcó que ahora el gran reto será garantizar su sostenibilidad económica: “Esto es un maratón. Juan Roig y su familia han cumplido lo que les toca; ahora nos toca a nosotros”.

Con este nuevo recinto, Valencia no solo gana un espacio de referencia internacional en deporte y música, sino también un motor económico y cultural que consolidará su posición en el mapa mundial de las grandes capitales del entretenimiento.